¡Bienvenido a Madrid!

Así durante los sucesivos reinados de las dos dinastías que han reinado desde entonces en España, la Casa de Habsburgo y la Casa de Borbón, la fueron llenando de monumentos y obras de arte e imprimiéndoles sus gustos.  También después los siglos XIX y XX terminaron de modelar su casco histórico que hoy se nos presenta en sus diferentes barrios como un singular ejemplo de las principales tendencias artísticas que predominaron en Europa en los últimos 500 años.

Precisamente Madrid cuenta con la mayor de las colecciones que los reyes presumieran en sus palacios madrileños: su colección de pinturas y tapices que hoy podemos disfrutar en el Museo de El Prado, en el Palacio Real y en los otros cercanos a la ciudad. Estos, unidos a los de los Museos Reina Sofía y Thyssen Bornemisza, hacen de Madrid la mayor pinacoteca del mundo.

Así mismo, sigue conservando ese carácter de ciudad abierta que siempre tuvo y del que presume cuando los extranjeros que nos visitan cada vez más, agradecen la buena acogida que la ciudad da siempre a sus visitantes y que disfrutan también de sus terrazas, su gastronomía, su ambiente, el buen tiempo y una de las mejores redes de transporte público del mundo.

Acercarse a conocer Madrid, es sumergirse en la historia moderna de Europa, en uno de sus mayores patrimonios artísticos, poder conocer sus vanguardias artísticas, sus exposiciones de primera línea internacional y disfrutar de la forma de vida de una ciudad, capital de un país que recibe más de 65 millones de turistas cada año, mundialmente famosa por su hospitalidad y que se siente orgullosa de su pasado esplendor universal, siendo su visita siempre inolvidable.